No, no creo haber vuelto por completo, pero sí quiero actualizar este blog porque de vez en vez lo abro y leo mi evolución, mis sentimientos, mis miedos, éxitos y frustraciones, así que empecemos.
- Noviembre 2015. Adiós a el vido. A pesar de que es una gran persona, yo dejé de ser la persona libre y aventurera que me gusta ser. Me elegí a mí. Que él sea feliz en su camino por esta vida.
- Febrero 2016. Hola kikis. Llegó a mi vida una persona que yo no esperaba, yo solo quería agrandar mi círculo de amistades y sentirme procurada, así que entré a Tinder y decidí salir con un muchacho de nombre Omar. Después de la primera cita ya no nos separamos. Junto con él llegaron las cervezas artesanales, las constantes caminatas por la colonia Roma y la Condesa, los antojos de comer de todo, los maratones de series en Netflix, sus gatos, sus perros, en fin, es una historia que se sigue escribiendo con letras de todo tipo y colores.
- 2016. Un año que puso a prueba todo en lo que creo o creía, que me empujó a hacer más cosas para mí misma.
Hoy termina el 2017 y me doy cuenta de que estoy ampliamente agradecida con él. Hubo momentos muy difíciles y los seguirá habiendo, pero fueron muchos más los momentos buenos. En algún momento me sentí muy enojada con la vida, lo cual me hizo acercarme a un centro de meditación budista, el cual me hizo descubrir que sí hay manera de encontrar estabilidad espiritual, algo que me esta(ba) haciendo mucha falta. Paso a paso estoy conociendo más, aprendiendo y creciendo.
Este año hice tres grandes viajes. El primero fue para celebrar mi primer aniversario con el kikis: Puerto Escondido, destino que me gusta por tranquilo y hippiosón.
El segundo viaje fue uno de mis más grandes sueños hecho realidad: Nueva York. Hice este viaje sola a la gran manzana y recordé cuánto amo hacerlo. Broadway en mi cumpleaños, Rockefeller center, estatua de la libertad, innumerables viajes en metro, cuadras interminables caminadas en dirección opuesta a donde debía, cena quesosa con un amigo de hace mil años, uff! una gran experiencia!
El tercer viaje fue a Mérida con el kikis otra vez. Me consintió llevándome a Río Lagartos, donde está la salinera que hace que haya lagos de color rosa. Comimos, bebimos, caminamos.
19 de septiembre. Nunca, nunca había sentido que moriría. Siempre decimos "me muero", "sentí que moría" y cosas así, pero ese día en el que no podía ni caminar por el intenso movimiento del edificio en el que me encontraba, realmente lo pensé y lo sentí. Incluso me detuve un momento con la intención de enviar un whatsapp a mi familia agradeciéndoles lo maravillosos que habían sido conmigo en mi vida, pero el movimiento no me dejó atinarle al ícono correcto.
Somos muy frágiles, no tenemos la vida garantizada, ya sea por un sismo, por un accidente o por una enfermedad, podemos dejar este plano en cualquier momento. Vivamos.
Mi acercamiento al budismo me ha enseñado mucho, me siento mejor persona, me reconozco mejor y hasta bien me caigo, no cabe duda de que hay que cuidarnos también por dentro, no solo el peinado, el maquillaje y la lonjita.
Anoche vimos la película "The greatest showman", agradezco tanto que ésta haya sido la última película del año! Me quedo con dos grandes mensajes:
- Todos somos perfectos. Todos tenemos un lugar que ocupar en este mundo y debemos aprovecharlo
- No hay tiempo para postergar los sueños
Gracias 2017. Gracias por tanto amor, por tantas lecciones, por tantas risas.
2018: Bienvenido y deseo con el alma que seas aun mejor que este año que hoy termina.