A pesar de que el proceso para llegar a México fue un tanto doloroso, con 11 horas de vuelo en un espacio donde mis rodillas iban casi masajeando la espalda del pasajero de enfrente, 5 horas de espera en el aeropuerto de Dallas y poco más de dos horas de vuelo para llegar al aeropuerto internacional Benito Juárez, todo valió la pena al ver a la vieja jija con dos de mis carnales esperando por mí. Y la fiesta comenzó... La primera parada fue el viernes en un mercado para comer unas deliciosas quesadillas de champiñones y pollo con papa. Por la noche fui a cenar con un grupo de amigos, es la primera vez que asisto a la cena de fin de año con ellos, pues siempre se me empalmaba con alguna otra fiesta. La disfruté tanto! Es un grupo super unido, donde todos nos llamamos comadres y compadres porque seguro en un momento dado lo llegaremos a ser en realidad. Por lo pronto estamos en espera de la primera sobrina de este grupo =)
El sábado tuvimos la tradicional posada del Staff, sería temprano porque incluiría niños (algunos del staff se hicieron viejos y ahora tienen hijos, los demás seguimos siendo jóvenes y guapos). Lo curioso fue que no había luz en casa de los anfitriones y para cuando llegó, dos de los tres niños que había ya se habína dormido, de todos modos rompimos las piñatas y nos aventamos gandallamente como cada año. Fui feliz.
1 comentario:
Envdia de la buena!
comete unas quesadillas en mi honor
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