Pues resultó que el Vive Latino, visto de forma global, fue espantoso! Entre que le pagué $150 a un "viene-viene" por cuidar al Catrín, que solo íbamos por tres bandas y entre la segunda y la tercera no pasó nada interesante (solo los grupillos extranjeros) y que al salir el Catrín no estaba y logré recuperarlo dos días después en el corralón de Iztapalapa pagando multa y hospedaje... ppppffff! Pero todo eso, TODO, se queda chiquito comparado con la felicidad infinita que me causa ver a Café Tacvba en vivo!!!
Sí, ir acompañada fue algo nuevo, sentir el tamborileo en mi espalda fue algo extraño, pero para nada feo :)
Mañana viviré el éxtasis nuevamente. Esta vez iremos a un festival llamado "Wirikuta fest", organizado por varias bandas para reunir fondos y ayudar en la protección de Wirikuta, territorio sagrado ubicado en San Luis Potosí y que es amenazado de desaparecer debido a que el gobierno vendió concesiones a empresas mineras extranjeras para su explotación.
Hay artistas que están muy involucrados con causas sociales y donan su tiempo/talento para ayudar en menor o mayor medida, dando lugar a este festival.
No voy a decir que asisto a este evento únicamente por la causa, mentiría. Asisto porque para mí, este será el verdadero Vive Latino: Ely Guerra, Julieta Venegas, Enrique Bunbury, Caifanes y Café Tacvba entre otros. No me lo pierdo por NADA! Y sí, también me gusta pensar que estoy contribuyendo con un granito de arena a proteger no solo el territorio, sino a la comunidad que ahí habita, a su cultura, a sus creencias. ¿Y saben qué? Esta también es nuestra tierra, de todos los mexicanos. ¡No nos quedemos indiferentes!
