Empecemos por el principio. ¿Quién es el almo gemelo? Pues muy fácil, la historia va más o menos así:
El almo gemelo es una personita que ha estado intermitentemente en mi vida durante ya 13 años. Es alguien que me enseñó tantas cosas que él mismo ha empezado ya a olvidar, pero para eso estoy yo: para recordárselas.
Él me enseñó a disfrutar de las pláticas de banqueta, de las largas caminatas con dirección a "donde nos lleve el viento", me enseñó a ignorar lo que la gente opine o no de mí, me enseñó a disfrutar la vida un tanto existencialista/ idealista, o bueno, como la filosofía no es lo mío, me refiero a que me enseñó a deslindarme de la vida material y consumista. Podíamos pasar largas horas hablando tanto de las cosas más triviales como de la verdadera esencia del ser humano, de las teorías de la creación, del significado de "felicidad", etc. Cada plática me dejaba mentalmente exhausta pero me encantaban (encantan).
Fuimos novios poco más de dos años, de los cuales sólo 2 meses estuvimos en la misma ciudad ya que fue cuando me mudé de Tabasco al Edo. de México. Siempre tuvimos una conexión muy fuerte que aún hoy no logro explicarme, recuerdo que cuando más lo extrañaba y más sola me sentía, el teléfono sonaba y era él llamando para saludarme en lo que me llegaba su siguiente carta (esto del internet estaba comenzando y aún nos tocó escribirnos largas cartas a mano que conservo cual tesoro ancestral).
La vida se nos fue complicando, éramos muy jovencillos para mantener un compromiso a distancia y, después de innumerables rompimientos e inevitables regresos, por fin decidimos terminar definitivamente. Y fue cuando le dije que estaba segura de que era mi almo gemelo, pero que eso no garantizaba que éramos adecuados para ser una pareja.
Nos perdimos la pista un tiempo, pero ahora el mail fue nuestro aliado para reencontrarnos y volver a nuestras largas pláticas tratando de resolver el mundo, opinando, debatiendo, filosofando, aconsejándonos, regañándonos, psicoanalizándonos...
Y así, hace unas semanas lo volvió a hacer. Es raro que platiquemos por el msn, nos vemos conectados pero son pocas las veces que platicamos, creo que sabemos que no es necesario hablar todos los días para saber que estamos ahí. Sin embargo, ese día volvió a suceder.
Mi estado emocional estaba por los suelos, mi messenger llevaba semanas con la foto de un muñeco de trapo arrumbado y un mensaje que decía "just the way I feel today". Sin siquiera decir hola, lo primero que dijo fue "tan mal te sientes?" y empezamos mi psicoanálisis llegando a...
El almo gemelo es una personita que ha estado intermitentemente en mi vida durante ya 13 años. Es alguien que me enseñó tantas cosas que él mismo ha empezado ya a olvidar, pero para eso estoy yo: para recordárselas.
Él me enseñó a disfrutar de las pláticas de banqueta, de las largas caminatas con dirección a "donde nos lleve el viento", me enseñó a ignorar lo que la gente opine o no de mí, me enseñó a disfrutar la vida un tanto existencialista/ idealista, o bueno, como la filosofía no es lo mío, me refiero a que me enseñó a deslindarme de la vida material y consumista. Podíamos pasar largas horas hablando tanto de las cosas más triviales como de la verdadera esencia del ser humano, de las teorías de la creación, del significado de "felicidad", etc. Cada plática me dejaba mentalmente exhausta pero me encantaban (encantan).
Fuimos novios poco más de dos años, de los cuales sólo 2 meses estuvimos en la misma ciudad ya que fue cuando me mudé de Tabasco al Edo. de México. Siempre tuvimos una conexión muy fuerte que aún hoy no logro explicarme, recuerdo que cuando más lo extrañaba y más sola me sentía, el teléfono sonaba y era él llamando para saludarme en lo que me llegaba su siguiente carta (esto del internet estaba comenzando y aún nos tocó escribirnos largas cartas a mano que conservo cual tesoro ancestral).
La vida se nos fue complicando, éramos muy jovencillos para mantener un compromiso a distancia y, después de innumerables rompimientos e inevitables regresos, por fin decidimos terminar definitivamente. Y fue cuando le dije que estaba segura de que era mi almo gemelo, pero que eso no garantizaba que éramos adecuados para ser una pareja.
Nos perdimos la pista un tiempo, pero ahora el mail fue nuestro aliado para reencontrarnos y volver a nuestras largas pláticas tratando de resolver el mundo, opinando, debatiendo, filosofando, aconsejándonos, regañándonos, psicoanalizándonos...
Y así, hace unas semanas lo volvió a hacer. Es raro que platiquemos por el msn, nos vemos conectados pero son pocas las veces que platicamos, creo que sabemos que no es necesario hablar todos los días para saber que estamos ahí. Sin embargo, ese día volvió a suceder.
Mi estado emocional estaba por los suelos, mi messenger llevaba semanas con la foto de un muñeco de trapo arrumbado y un mensaje que decía "just the way I feel today". Sin siquiera decir hola, lo primero que dijo fue "tan mal te sientes?" y empezamos mi psicoanálisis llegando a...
Las 4 yo's.
Yo #1 - La que se quiere ir a apapachar niños refugiados de guerra o a platicar con enfermos terminales, a proteger a las focas bebés o a los tigres de Sumatra. La que sigue siendo una idealista y quiere cambiar el mundo a base de abrazos.
Yo #2 - La que quiere regresar a la vida corporativa, ponerse los tacones, salir por unos drinks coquetos, pintarse las uñas y blofear por la vida.
Yo #3 - La que quiere agarrar la mochila y caminar y sentarse y escribir y estirar el brazo para cortar la manzana y comerla... así, mega hippie!
Yo #4 - La que quiere encontrar un incauto con quien vivir feliz y tener un bebecito, así chiquitico.
Obvio no resolvimos mi mundo en el chat, pero me dió gusto saber que aún cuento con él para estos viajes en búsqueda de respuestas. Sólo me falta decidir cuáles yo's son incluyentes o excluyentes y de ahí trazar el camino que deberé seguir en unos cuantos meses.
Se aceptan sugerencias.
Yo #1 - La que se quiere ir a apapachar niños refugiados de guerra o a platicar con enfermos terminales, a proteger a las focas bebés o a los tigres de Sumatra. La que sigue siendo una idealista y quiere cambiar el mundo a base de abrazos.
Yo #2 - La que quiere regresar a la vida corporativa, ponerse los tacones, salir por unos drinks coquetos, pintarse las uñas y blofear por la vida.
Yo #3 - La que quiere agarrar la mochila y caminar y sentarse y escribir y estirar el brazo para cortar la manzana y comerla... así, mega hippie!
Yo #4 - La que quiere encontrar un incauto con quien vivir feliz y tener un bebecito, así chiquitico.
Obvio no resolvimos mi mundo en el chat, pero me dió gusto saber que aún cuento con él para estos viajes en búsqueda de respuestas. Sólo me falta decidir cuáles yo's son incluyentes o excluyentes y de ahí trazar el camino que deberé seguir en unos cuantos meses.
Se aceptan sugerencias.
