Caldo de pollo y madera vieja

A eso olía el depa donde viví el último año de mi vida. El olor a caldo de pollo provenía de Knorr, cuya planta está ubicada justo detrás de la casa, al principio era un olor molesto, después se volvió un tanto imperceptible; otras veces era el aviso de que me acercaba a casa después de una larga jornada... o juerga. El olor a madera vieja era simplemente debido a que la casa es vieja, el suelo del pasillo delataba nuestros andares a cada rechinido.
Ayer dejé Heilbronn, ese pueblillo que me vió retomar la bicicleta después de quizá 18 años de no tocar una, ese pueblillo que caminé de noche y caminé de día, a veces sola y a veces en la mejor de las compañías. El pueblo que en mis últimos días de habitarlo me regaló uno de los mejores espectáculos naturales que he visto.
También me dió la oportunidad de conocer diferentes expresiones artísticas:

y comer delicioso helado (culpo a Hannah por el sobrepeso que me llevo de recuerdo):


Aprendí mucho y conocí gente maravillosa. Ayer el último bus que tomé en Heilbronn era conducido por el mismo señor hippie que conducía el primer autobús al que me subí a mi llegada. Me encantan esas coincidencias! Comí el último delicioso helado con Ching y Yaya antes de esperar a la chica que me traería a Frankfurt. Hoy Hannah, Elisa y Eugénia me acompañarán al aeropuerto donde tomaremos la última chela juntas en Alemania por esta vez. Pasaré la noche ahí en espera de que llegue la hora de tomar el primero de los tres vuelos que me llevarán a casa.

México: ahí te voy!

AVISOS OPORTUNOS:

• Amigos: NO, no llevo ninguna alemana para ninguno de ustedes.
• Amigas: NO, no llevo ningún alemán para ninguna de ustedes.
• NO, no llevo ningún alemán para mí.
• NO, no estoy embarazada, sólo disfruté generosamente de los bretzels, helado y cerveza.

Quiero...

• Ir a un concierto de rock en español o de ska también estaría bien
  
• Ir al estadio - ¡no importa quién juegue! (obvio soccer)
  
• Ir a las luchas - no importa quién luche, pero de preferencia el hijo del perro
  
• Ir al teatro - a un musical
  
• Ir a Coyoacán
• Ir a la Condesa
• Ir al cine - casi casi no importa qué película, porque aquí sólo se pueden ver las películas así:

Post antisocial

Ya me cansé de estar sola involuntariamente, así que ahora he decidido estar sola por voluntad propia. No es sólo por el más reciente fracaso amoroso en mi haber, es por la larga lista que lo antecede. ¡Y que ni se me acerque alguien pretendiendo el “que tú, que yo, que nosotros…” porque le ladro! (yeah, right!)

¡Si tan sólo tuviera ya un empleo! y bueno, a lo que realmente me refiero con el deseo de tener un empleo es al dinero que éste me brindaría. Así con lo materialistota que soy, iría a gastar lana cual obsesionada, con lo cual compensaría ese hueco generado por la soledad. Ya saben, así como soy yo iría a comprarme jeans carísimos, converse carísimos, t-shirts y todo aquello que me causa cómoda felicidad. Gastaría en una membresía al gimnasio tipo “Rocky” más cercano a mi casa, pues creo fielmente en que son los verdaderamente efectivos, así fue como Rocky le ganó a Drago y a no sé cuántos más, ¿no? Porque eso de ponerse maquillaje y portar “be-be” en el trasero para ir al gimnasio nomás no es lo mío.

Me iría diario a la matinée antisocial del cine, esa donde sólo te topas con viejitos o con escuincles incontrolables… obvio optaría por las funciones con los viejitos.

¡Pppfff! Ni siquiera tengo grandes planes sobre cómo gastar el dinero que no tengo y que me proporcionará felicidad infinita. Creo que no sirvo para ser una mujer Polanco o Lomas… ¡ni hablar! Deberé “conformarme” con seguir yendo a los conciertos multitudinarios, a darles su vuelta a los hippies de Coyoacán y a ver a la gente funky-retro-kitsch de la Condesa. Todo ello tan pronto y me haga de un nuevo empleo.

¡Perdón México por llegar a aumentar la tasa de desempleo!

Nótese el correcto uso de los signos de exclamación e interrogación, ¿por qué casi no los usamos?

Lluvia de ideas...

o lo que es lo mismo, lo que se me viene a la cabeza!

• Salir de Alemania resultó más complicado de lo que imaginé... avisar al ayuntamiento que me voy, cancelar mi seguro médico, cancelar el contrato del celular, cancelar la cuenta bancaria... Y cada uno de estos pasos lleva su propio proceso...

• La mayoría de mi equipaje ya está en casa de unas amigas, cerca de Frankfurt. René vino para ayudarme con el traslado. Ahora sólo espero el día en que sea yo la que me pueda trasladar para allá!

• Fui feliz al saber que me regresarían los 320 euros del depósito por la renta del depa, así que con poco remordimiento fui y compré mis últimos dos trapos en tiendas alemanas. Después fui al banco y me dijeron que me reembolsarán los 320 en una semana. Deberé subsistir una semana con los como 17 euros que quedan en mi cartera... ups!

• Regularmente acostumbro levantarme al baño durante la noche, la noche de anoche fue diferente porque nunca pensé que cenar pepino tuviera un efecto tan poderoso en mi vejiga. Lo bueno fue que mis levantadas al baño me dieron la oportunidad de admirar la luna por mis enooormes ventanas.

• Me alegra que la vida no deje de sorprenderme, y es que el lunes Hannah y yo íbamos caminando a la escuela por el camino de siempre cuando de pronto nos topamos con un gran terreno de girasoles! No pude dejar de sonreir y tomar múltiples fotos! Amo los girasoles!