21 agosto 2008

Pata de perro

Munich
Hace dos fines de semana vinieron dos amigos de México a Munich y quedamos de vernos ahí para echar una que otra cervecita. Me dió mucho gusto verlos pues ya necesitaba platicar con alguien acerca de gente conocida y no me refiero al chisme vil, sino a esa familiaridad que existe relativa a eventos, lugares, personas.

Como el primer día llegaron un poco tarde, decidimos irnos directamente a la Hofbräuhaus, que se supone es la cervecería más grande del mundo; cenamos el típico platillo bávaro con salchichas, puré de papa y ensalada de col y brindamos con un par de cervezas! La pasamos bomba y nos desvelamos un poco...

El siguiente día nos levantamos un poco tarde y después de desayunar-comer unos kebaps, fuimos a caminar por el andador de la Marienplatz y después nos acostamos en un parquecito hasta que empezaron a caer unas señoras gotas que nos hicieron ir a refugiarnos al Hofbräuhaus nuevamente; esta vez no nos desvelamos tanto para aprovechar el otro día de mejor manera.

A las 11am del tercer día tomamos un tour guiado por la ciudad, lo más padre es que no estábamos obligados a pagar nada, pero la chica fue muy simpática y elocuente, así que le dimos sus buenos euritos y nos fuimos a comer para después tomar nuestros respectivos trenes.


Schweinhausen y sus alrededores
Sabine llevaba un tiempo invitándome a su casa y finalmente el fin de semana pasado acepté. Schweinhausen (casa de los puercos en español) es una villa con 700 habitantes, con casas hermosas, grandes campos de maíz y legumbres.
Llegamos a Biberach el viernes como a las 7pm, la mamá nos estaba esperando en la estación, de camino a Schweinhausen paramos en un super y aproveché para comprar tortillas de harina y queso para hacerles unas quesadillas un día de esos.
Al llegar a su casa lo primero que hicimos fue comer pastel de Johannesbeer, una frutilla roja un poco agridulce, acompañado de café calientito. En cuanto terminamos, la mamá ya tenía lista la masa para hacer pizza, así que a Sabine y a mí nos tocó prepararla y comerla en cuanto estuvo lista!
Más tarde llegó Franky, el novio de Sabine que vive en Biberach pero estudia en Stuttgart, jugamos Rummy un rato y luego nos fuimos a dormir.
Al día siguiente nos fuimos a una villa vecina donde cada sábado hay un mercado muy simpático donde se puede encontrar de todo! Ahí compré a Camila, mi nuevo girasol! Más tarde nos fuimos a Biberach, dejamos a la mamá tomando café con sus amigos y Sabine y yo nos fuimos a caminar por el centrito y subimos a un mirador, tantos paisajes tan bonitos!
Regresamos a la casa, comimos pizza fría y cerezas; tuvimos un rato para leer cada quien sus libros y a las 6:30pm nos fuimos a casa de Franky porque su mamá tenía organizada una cena. Al principio había quienes me hablaban en inglés, pero al momento de sentarnos a cenar y llevar una conversación en común yo salí perdiendo e inventando historias en mi cabeza con las palabras que alcanzaba a distinguir. Aunque debo confesar que en general la pasé muy bien.
El domingo nos fuimos a Bodensee, caminamos mucho entre viñedos, manzanos y árboles de otros frutos que no conozco, el paisaje era maravillos porque entre tanto verde se alcanzaba a ver el Lago de Constance. Llegamos al mirador y nos sentamos un ratito a comer los sandwiches que la mamá llevaba en su backpack. Estando ahí me señalaron un pueblo que se veía allá lejos y me dijeron "ahi es a donde vamos ahorita". La ilusa de mí creyó que iríamos por el coche y conduciríamos a ese lugar, pero no... Todo fue una caminata entre viñedos, callecitas, jardines, hasta que llegamos a ese pueblo y caminamos por entre sus calles llenas de gente y colores! Nos sentamos a tomar un helado y decidimos regresar esta vez junto al lago.
Fue un paseo muy cansado pero definitivamente valió la pena! Cuando llegamos a la casa Sabine y yo preparamos una ensalada con ingredientes todos provenientes del jardín: zanahorias, jitomates, lechuga, col, cebollín, rosemarie y otras hierbas de las cuales no recuerdo el nombre. Acompañamos la ensalada con las fabulosas quesadillas. Después llegó Franky y vimos algunos capítulos de Two and a half man y Heroes.
El lunes Sabine y yo nos fuimos a andar en bici, hicimos una escala en un mini campo de girasoles, fui tan feliz! Junto a los girasoles había betabeles, papas, poro y otras legumbres sembradas... me encanta esa vida campirana!
De ahí seguimos andando en bici y llegamos a un laguito, donde pudimos remojar los pies un rato y después nos acostamos en el pasto, bajo la sombra de un arbol y sin otro sonido más que el de los árboles y el agua movidos por el viento.
Regresamos a comer schnietzel (milanesa de cerdo) y un delicioso y sano postre...

No hay comentarios: