16 marzo 2008

10/Mzo/08 Angelitos viajeros

Pues una vez más confirmo que este viaje tenía que suceder en este momento. Cuando me formaba para tomar el vuelo a Frankfurt, una chica mexicana de unos 27 años me preguntó casi afirmando si yo también venía de México, respondí que sí y me preguntó a dónde iba. Ella iba acompañada por su novio alemán. Le respondí “voy a hacer una maestría en una ciudad chiquita llamada Heilbronn”, “¡no manches!” contestó el alemán, “ahí vivimos nosotros”. Pues sí, resulta que ella hizo también ahí su maestría y ahora viven ahí. Les dije que yo iba a la aventura total, pues ni siquiera tenía dónde vivir, rápidamente me ofrecieron quedarme con ellos. Les agradecí y tomamos nuestros respectivos asientos. Mi compañera de lugar era una señora muy amable, cada quien en lo suyo, pero amigablemente. El vuelo estuvo bien, aunque no pude dormir del todo bien. Finalmente llegamos a Frankfurt, me topé nuevamente con Liliana y Ulrich, agradecí su ofrecimiento pero les expliqué que mi hermano llegaría en unas horas más y buscaríamos algún lugar para pernoctar. Me ofrecieron aventón a Heilbronn, les conté de René y unos minutos más tarde se los presenté; para variar terminamos risa y risa.



Me dio tanto gusto ver a René en el aeropuerto! Siempre es lindo que te reciban con los brazos abiertos, pero cuando es literal y de corazón, se siente aún mejor!
Después de charlar unos momentos, René me encaminó a la estación de trenes, donde tomaría uno rumbo a Frankfurt, cuando se fue sentí que me dejaba sola e indefensa contra el mundo…



No estaba tan equivocada, no sabía en qué estación bajar, así que bajé en una para checar bien el mapa, me volví a subir… aún así sentía que algo andaba mal, de pronto llegamos a una estación llamada Marktplatz y mucha gente se bajó ahí, “seguro esta es la buena” pensé para mis adentros y bajé junto con ellos.
Saliendo de la estación me topé con la Rathaus, nada espectacular para tratarse de Frankfurt, caminé un ratito, el viento estaba muy fuerte y helado! Seguí caminando, de plano me estaba decepcionando de la ciudad, me la imaginaba super moderna, llena de gente, no sé… simplemente aún creía que estaba en Frankfurt … jeje, resulta que me bajé en San Juan de las Pitas y yo bien creidota! De plano me aburrí y decidí regresar al aeropuerto y aplastarme hasta que dieran las 2pm, bajé en la estación donde vi que bajaban varias personas con sus maletas, pero era la estación de tren, voy pa tras! Solo me habían faltado un par de estaciones más =)

El sueño me mataba, nunca he sido de las personas que pueden dormir en lugares públicos, pero creo que aún sin dormir profundamente, lograba soñar entre pestañita y pestañita… Pasé como 3 hrs luchando contra mi sueño hasta que llegó el avión de Luis, pasaron otros 50 min hasta que logró salir a la sala!

Llegó René y nos lanzamos a Heilbronn, directo a la uni, gracias al dominio del idioma, René logró que checaran la disponibilidad de cuartos en el hostal para Luis y para mí; es impresionante la amabilidad de los alemanes! Definitivamente su fama no les hace justicia, al menos no a los angelitos que me he encontrado en el camino este par de días. René nos llevó al hostal y después fuimos a cenar a la parte que nos confirmó que Heilbronn no es taaan pueblito, un centro comercial muy bonito, lleno de gente y locales de comida (cielos! Los alemanes se alimentan de puras harinas!!!). René nos llevó al hostal y nos dio su bendición…

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