20 marzo 2008

11/Mzo/08 Paseo por Heilbronn… y algo más!

Hoy nos levantamos temprano para alcanzar desayuno en el hostal, me estaba ganando el sueño hasta que pensé cuánto me costaría cualquier desayunito fuera y eso me hizo ponerme de pié en un instante! Nos armamos de ropa abrigadora e iniciamos el camino hacia la uni.


Debíamos tomar dos “buses”, el primero nos llevaría hasta “Harmonie” y el segundo hasta la uni. Para el primero no tuvimos ningún problema, nos entendimos rebien con el chofer (con todo y que no hablaba más que alemán); al llegar a Harmonie buscamos el horario del bus 10, que nos llevaría a la uni…. Camión 10, camión 10, no está! Ahora cuál debemos tomar? Un muchacho se nos acercó y empezó a tratar de ayudarnos (nosotros ni le pedimos ayuda), se acercó a un señor a preguntar direcciones para ayudarnos, se acercó a una señora; los tres discutían cuál era el camión correcto, señalaban, nosotros mirábamos y yo trataba de entender un poco. Después el muchacho nos empezó a explicar y de plano nos hizo seña de “camino con ustedes”. En el camino nos preguntó de dónde éramos y nos dijo que él era griego. Llegamos a la estación correspondiente y yo ya quería que nos dejara ahí, pues empecé a desconfiar más, ya saben, eso de venir del DF nos hace ser paranoicos. Vimos los horarios y nos dijo que debíamos tomar el camión einundsechzig (osease 61); en eso llegó uno y apresuró el paso para ir donde el chofer y preguntar si ese era el que nos llevaba a mi hermano y a mí a la uni; veían el plano, hablaban y hablaban. El griego nos dice que era otro, el chofer sale del bus y le dice al griego que le preguntara a su colega del bus que acababa de llegar, pues era de esa ruta.
Y ahí va el griego… otra vez se acerca al chofer, le dice “estoy ayudando a dos personas que quieren ir a la uni y no hablan alemán…” el chofer me voltea a ver y pregunta “¿inglés, italiano, español?”, “¡español!” contesté. Sonrió y dijo “yo soy italiano, suban”. En cuanto subimos le pregunté cuánto iba a ser, me dijo que pasáramos, nos quedamos justo detrás de su asiento y cuando nos acercamos a la uni le pregunté nuevamente cuánto sería, me dijo “nada, yo invito”. Después de agradecerle mucho, Luis y yo comentamos acerca de la buena suerte que hemos tenido.

Tratamos de ver si encontrábamos algún depa q se ajustara a mis necesidades, pero la lista q tenían en la oficina no variaba mucho de lo q ya había visto. Intenté conectarme a Internet con mi laptop y nada, hasta que a Luis se le ocurrió que buscáramos a la chica que me estaba ayudando por mail para todos los trámites: Heike. Llegamos a su oficina y le dije “Hola, yo soy Marisa de México”, en seguida me ubicó y nos saludamos. Me dijo que Sabine (la q me estaba ayudando a encontrar alojamiento) y ella habían hablado de mí el día anterior, pues Sabine necesitaba dos room mates para rentar un depa q le había gustado y pensó en mí y en un chico ruso que estaba en mi misma situación.
Heike me dio chance de leer mis mails y le pude contestar a Sabine que me encantaba la idea! Así que el asunto del depa se resolvió. La mudanza sería el sábado.

Luis y yo salimos dispuestos a conocer el Rathaus, bueno, el centro de Heilbronn. Leimos las rutas de los camiones y nos subimos al que creímos era el correcto… Empezamos a sospechar q nos habíamos equivocado cuando vimos la autopista, jajaja! Pero lo que nos tenía más sorprendidos era la cantidad de niños pequeñitos que andaban solos! Iban desde los 6 hasta los 14 años aproximadamente; subían y bajaban en los diferentes “pueblos”.
Bajamos del camión en Brackenheim… definitivamente no era a donde queríamos ir, pero ¡que diablos! Estábamos en plan de conocer, así que eso hicimos!

Llegamos a la hora del lunch, muchos comercios estaban cerrados y lo que más nos impresionó fue que algunos de ellos dejan la mercancía afuera, sobre la banqueta hasta que regresan! Solo cierran su puerta y ya! Esta fotito es la muestra de una tienda que estaba cerrada y con todas las frutas ahí, esperando...
Después de comer unos deliciosos kebabs (en el local que se alcanza a ver en la foto), decidimos volver a Heilbronn y conocer –ahora si- el Rathaus. La zona está muy linda, muchos comercios y mucho movimiento! Pasamos a comprar algo para cenar y regresamos rendidos al hostal.

Al día siguiente madrugamos para desayunar y nos fuimos directo a la estación de trenes, Luis tuvo que salir de inmediato rumbo a Paris porque si no iba a tener que esperar 5 horas para el siguiente tren.

Yo anduve deambulando, visité un café Internet… comunicación!!! Me sentía tan aislada! Caminé y caminé. Encontré un lugar donde pude comer ensalada (basta de pan!) y seguí caminando; entré nuevamente al café Internet y decidí regresar al hostal.

El clima ha estado tremendo! No es que haga mucho frío, pero las ráfagas están cañonas!

1 comentario:

El Patrón Lo dice Y Lo Reitera: dijo...

Que chido todo va encontrando su lugar 8-)

Eso de la desconfianza que tenemos esta grueso, aca la fruto no hubiera durado ni dos minutos ja ja.

Que bueno Marichu.... te mando besos