Las vacaciones fueron maravillosas, desde el momento en que ví a mis hermanos y mi mamá en el aeropuerto, desde que ví la enorme luna que parecía acompañarnos a casa, desde que llegamos a casa y abracé a checho, desde que fui a saludar a mi papá mientras él le decía a mi mamá: "Soñé que Marisa estaba aquí" jeje...
Ví a muchos de mis amigos, desde los que llevan en mi vida alrededor de 12 años (el staff: mi segunda familia), las comadres y los compadres, la nena, mis roomies adoradas, amigos del trabajo, etc. Pero no logré ver a todos los que quería, dejé alguno que otro pendiente =(
Fué muy lindo sentirme en casa nuevamente, rodeada de ese cariño tan reconfortante, tan seguro. Atada con ese lazo invisible a mi gente, mis lugares, mis recuerdos. Por supuesto hubieron cenas, posadas, roscas de reyes, incluso hasta pan de muerto que mi mamá congeló para mí, jajaja!
Por otro lado, tenía pendiente una ida a escuchar jazz en vivo con dos de mis amigos, desde ese primero tour que me dieron por el centro histórico, así que aprovechamos para dar un rol por el zócalo, tomar fotitos frente al árbol y disfrutar la decoración navideña, después cenamos en los Bisquets de Obregón y ya nos lanzamos al jazz. Como siempre una velada maravillosa! Aunque debo confesar que después de dejar a Patrón en su casa, fui a recorrer un poquito de mi antiguo vecindario, me estacioné unos minutos a visualizar lo que pasaba ahí un año atrás...
Ví a muchos de mis amigos, desde los que llevan en mi vida alrededor de 12 años (el staff: mi segunda familia), las comadres y los compadres, la nena, mis roomies adoradas, amigos del trabajo, etc. Pero no logré ver a todos los que quería, dejé alguno que otro pendiente =(
Fué muy lindo sentirme en casa nuevamente, rodeada de ese cariño tan reconfortante, tan seguro. Atada con ese lazo invisible a mi gente, mis lugares, mis recuerdos. Por supuesto hubieron cenas, posadas, roscas de reyes, incluso hasta pan de muerto que mi mamá congeló para mí, jajaja!
Por otro lado, tenía pendiente una ida a escuchar jazz en vivo con dos de mis amigos, desde ese primero tour que me dieron por el centro histórico, así que aprovechamos para dar un rol por el zócalo, tomar fotitos frente al árbol y disfrutar la decoración navideña, después cenamos en los Bisquets de Obregón y ya nos lanzamos al jazz. Como siempre una velada maravillosa! Aunque debo confesar que después de dejar a Patrón en su casa, fui a recorrer un poquito de mi antiguo vecindario, me estacioné unos minutos a visualizar lo que pasaba ahí un año atrás...
Deya, Patrón, PpMe faltó ir al cine y otra vez a la condesa... cómo extraño ir al cine!!!... y a la condesa...
También disfruté mucho a mi familia, tuvimos la visita de mis sobrinos que viven en Jalapa y que no vemos taaan seguido, es triste ver cómo se hacen viejos mientras yo sigo siendo una chamaquilla, jujuju... (risa para no arrugarme). También pasé tiempo con mis otros tres sobrinos y con mis hermanos y qué decir con mis papás! si con ellos andaba de arriba para abajo y comiendo cosas deliciosas! mmmhhh...!!!!!
Pero bueno, toda esa dicha no podía ser eterna, llegó el día no deseado en que debí subirme al avión nuevamente y la felicidad se tornó de inmediato en nostalgia. Llegamos temprano al aeropuerto y desayunamos ahí, la verdad yo ya no quería ni ver a mi familia a los ojos porque me prometí que este año sería menos chillona (yeah, right...), así que lo último que les dije fue "me cuidan a mi checho eh!" Lo que sucedió al cruzar la zona de chequeo me lo guardo para mí, porque entre el cansancio de haber dormido sólo un par de horas, las emociones encontradas y el caso de Harley Davidson que estaba leyendo para la escuela... pues no tengo muy claro qué pasaba por mi cabeza...
También disfruté mucho a mi familia, tuvimos la visita de mis sobrinos que viven en Jalapa y que no vemos taaan seguido, es triste ver cómo se hacen viejos mientras yo sigo siendo una chamaquilla, jujuju... (risa para no arrugarme). También pasé tiempo con mis otros tres sobrinos y con mis hermanos y qué decir con mis papás! si con ellos andaba de arriba para abajo y comiendo cosas deliciosas! mmmhhh...!!!!!
Pero bueno, toda esa dicha no podía ser eterna, llegó el día no deseado en que debí subirme al avión nuevamente y la felicidad se tornó de inmediato en nostalgia. Llegamos temprano al aeropuerto y desayunamos ahí, la verdad yo ya no quería ni ver a mi familia a los ojos porque me prometí que este año sería menos chillona (yeah, right...), así que lo último que les dije fue "me cuidan a mi checho eh!" Lo que sucedió al cruzar la zona de chequeo me lo guardo para mí, porque entre el cansancio de haber dormido sólo un par de horas, las emociones encontradas y el caso de Harley Davidson que estaba leyendo para la escuela... pues no tengo muy claro qué pasaba por mi cabeza...
Fotitos aquí.
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